Nos encanta la gastronomía y la entendemos siempre acompañada de vinos interesantes, reveladores de un origen o de una historia, llenos de sentido y sobre todo, de sabor y de placer. La buena mesa, los amigos, los momentos…
Ahora que se acercan las fiestas, ahora que empezamos a pensar en comidas y cenas de Navidad, le hemos dado una vuelta a algunos de los vinos con que nos gustaría brindar. Nos han ayudado a elegir recientes eventos que han tenido lugar en Burgos y que ponen nuestra ciudad en la cresta de la ola de la cultura del vino. Por ejemplo, la cata que ofreció la bodega de Ribera Pago de los Capellanes en verano y la imprescindible Muestra de Bodegueros que a finales de octubre organizó la Vinoteca El Lagar en su almacén de Villalonquéjar.
Hemos escogido unos cuantos vinos, relacionándolos con varios posibles momentos de disfrute en Casa Secuoya. Son nuestras sugerencias, pero pueden haber muchas más opciones. ¡Pasen, vean y caten!
Aperitivos felices en terraza y jardín
Ya empieza a hacer más fresco, pero si los días de fiesta salen soleados, nuestros exteriores son perfectos para descorchar botellas alegres. Y es que estamos pensando en un espumoso que hemos descubierto recientemente y nos ha encantado: Gramona La Cuvée. Es el hijo pequeño de una de las casas más prestigiosas en esto de las burbujas. Es directo y completo, mucha calidad hay aquí, dentro de una filosofía realmente accesible. Entra tan bien que no lo contamos por copas sino por botellas.
Cerrar el powerpoint, abrir un tinto
Qué mejor manera de acabar una reunión de trabajo que brindando con una copa de vino por los éxitos de la empresa. Hagámoslo con dos variedades tintas versátiles, de las que suelen gustar a todos los paladares: la garnacha y la mencía o, lo que es lo mismo, el lado mediterráneo y la cara atlántica de la Península Ibérica, respectivamente. Dos marcas concretas que nos convencen son la garnacha riojana de La Montesa y la mencía berciana de Ultreia.


Empezar bien la comida de Navidad
El primer plato marca la pauta. Tiene que ser refrescante pero con carácter. Suave pero original. Si buscamos personalidad, que el vino también la tenga. Elegimos un blanco de Valdeorras: O Luar do Sil. En su versión sobre lías, aporta un paladar versátil, con frescura y profundidad, con textura y mucha presencia en boca. La godello es la uva blanca de moda y en este vino se comprueba por qué.
Actualizando la tradición del «vino español»
Un encuentro, una inauguración, una charla… acaban bien si al final se sirve eso tan de siempre llamado «vino español». Como nos gusta ir un poco más allá, nos encantaría servir en estas ocasiones vinos de regiones hasta hace poco periféricas pero que hoy están en la primera división de eso, del vino español: el tinerfeño 7 Fuentes, el txakoli vizcaíno de Doniene Gorrondona, el mallorquín Gallinas y Focas, el Sílice de Ribeira Sacra o el valenciano Sensal.


Vinos para un platazo
Si queréis celebrar una buena comida o cena en nuestro salón principal, contad que comeréis muy bien: Ricardo Temiño está a los mandos. Sus platos principales a base de carnes son míticos por su combinación entre tradición y mirada actual. Ahí está el lechazo, por ejemplo. Respecto al vino ideal para ello, nos vamos a dos clásicos siempre contemporáneos: Villota (el gran tinto del meandro de Laserna, en Rioja Alavesa) y Pago de los Capellanes Reserva (una joya nacida en Pedrosa, en el corazón de la Ribera del Duero).
Six o’clock wine
Desde hace un tiempo venimos acompañando el café de media tarde con las galletas italianas Solana, que elaboran con bien de mantequilla rica en Espinosa de los Monteros. Si para acompañar las últimas luces del día nos apetece merendar una copa de vino, nos vamos a un jerez oloroso o, a un blanco con entidad, materia y singularidad. De los que se paladean largo rato. Uno muy indicado: Dominio del Pidio Albillo (que produce en Quintana del Pidio la misma familia responsable de la bodega Cillar de Silos).


Jugar a los vinos raros
Actualmente el mundo del vino es más diverso y atractivo que nunca. Sólo hay que perder el miedo y dejarse llevar por la curiosidad. Hemos descubierto vinos «raros» con los que podríamos montar catas divertidas en los salones de Casa Secuoya. Ejemplos casi al azar: Amorro (un curioso blanco de Cádiz), Insolenzia (un tinto muy auténtico de las Arribes del Duero), Escabeces (un refrescante ‘orange wine’ de Tarragona), Xanledo (tinto de Ribeiro) o Microbio, una verdejo de la zona de Nieva que nos ha dejado patidifusos.
Una llamada al orden que se disfruta
En una cena formal, estructurada en platos serios y con un punto reconfortante, nos atraería mucho abrir algún vino del Priorato, zona que hemos redescubierto últimamente y que nos gusta por la sensación de orden antiguo, de mineralidad, de voluptuosidad y encanto de mundo rural. ¡Es muy especial! Nos vienen a la cabeza Pissarres de Costers del Priorat, el Clàssic Priorat de Lectores Vini o el Cims de Porrera.


Vinos golosos
Nos gusta acabar como empezamos: bien. Y con los postres dulces eso significa acompañar con vinos a la par. Es una costumbre sana, que permite incluso elevar una gran comida. Nos gustan mucho los verdejos de vendimia tardía de Javier Sanz y, en un estilo completamente diferente, los PX que se elaboran en Montilla Moriles. El de la bodega Pérez Barquero es una maravilla. Otras opciones son los fortificados dulces de Oporto y los moscateles de Málaga.
Los discovinos
Como sabéis, en Casa Secuoya acogemos bodas y otras celebraciones familiares, que suelen acabar en inolvidables fiestas bajo nuestra carpa. Contamos con una barra de destilados y combinados, pero como esto va de vinos, ¿qué tal bailar con una copa de espumoso rosado en la mano? El De Nit de Raventós i Blanc es pura felicidad.


Finalmente…..
Si os gustaría organizar vuestra cena de familia o empresa en Casa Secuoya, todavía tenemos fechas disponibles. Os esperamos con espacios ideales, una gran gastronomía a cargo del restaurante La Fábrica y los vinos que queráis.